La limpieza en los centros escolares requiere que se siga un estricto protocolo para que los espacios que ocupan los menores estén en perfectas condiciones de salubridad. Y es que se trata de espacios con un elevado tráfico de personas, por lo que pueden acumular una gran cantidad de suciedad y sufrir un rápido desgaste si no se lleva a cabo el mantenimientooportuno.
La primera tarea de la lista tiene que ser la ventilación. Airear las aulas, los despachos y las estancias comunes es fundamental antes de empezar las labores específicas de saneamiento. El siguiente paso consiste en retirar los residuos almacenados en las diversas dependencias del colegio. Así, es frecuente encontrar papeles tirados en el suelo y chicles pegados en cualquier superficie. Por supuesto, hay que vaciar las papeleras.
Barrer el centro, así como los accesos, y quitar el polvo del mobiliario también es imprescindible. Además, es necesario limpiar las manchas presentes en las mesas y las sillas con un producto que tenga propiedades desinfectantes. Las puertas y las manillas de un colegio sufren un uso constante, por lo que también hay que prestarles especial atención a la hora de ejecutar la higienización.
Y es que éstas superficies y muchas otras (escritorios, dispensadores de agua potable, etcétera) son susceptibles de convertirse en fuentes de enfermedades, puesto que muchas manos dejan su huella en ellas cada día. Dada la presencia de niños en estas instalaciones, es fundamental utilizar los productos menos cáusticos y peligrosos, para evitar efectos secundarios indeseados.
Los cuartos de baño, los vestuarios y los comedores también son zonas en las que deben realizarse labores intensivas de desinfección, porque son espacios en los que existen más probabilidades de acumularse agentes patógenos. Respecto a las herramientas de limpieza, es preferible emplear utensilios de microfibra. Un sistema de aspiración también es imprescindible para ejecutar el saneamiento de un centro escolar.
Por su parte, el fregado de los suelos puede realizarse de forma manual o mediante una máquina fregadora. Estas tareas tienen que llevarse a cabo a diario para garantizar que el centro escolar esté en óptimas condiciones higiénicas y la salud de los niños no corra peligro alguno.
En el colegio
Afuera del colegio
Planteamiento del problema
Hipótesis
Evidencias
Posibles soluciones
Aulas sucias
Los estudiantes piensan que los encargados de la
limpieza lo barrerán
Realizar una comisión de limpieza previo acuerdo en
cada aula
Lavaderos con basura
A los alumnos no les importan que el agua se
derroche y encima los llenan de basura.
Informar lo malo de la basura en los lavaderos por
que los atora.
Baños sucios
No los cuidan y no les importan que estén sucios ya
que no es su responsabilidad.
Evitar jugar y malograr los baños explicando los
grandes problemas y enfermedades.
Basura en el Biohuerto
Botan basura por las ventanas ya que es muy fácil de
deshacerla de su vista.
Realizar comités de limpieza para recuperar la
naturaleza ausente del Biohuerto.
Patio central
Los estudiantes tiran la basura sin llamar la
atención para no causar disturbios.
Poner tachos en cada esquina para que puedan
depositar la basura.
Alrededores del colegio
Se ve basura esparcida en las áreas verdes por la
contaminación de las personas
Concientizar para que los vecinos puedan saber que
no deben votar la basura en los alrededores del colegio
Por qué los estudiantes en Japón tienen que limpiar los baños de sus escuelas
Parece ago impensable en la mayoría de las escuelas de América Latina, pero es una práctica educativa que llena de orgullo a los japoneses.
En la mayoría de los colegios de Japón los estudiantes de primaria y secundaria no solo tienen que barrer, trapear y servir la merienda como parte de su rutina escolar, lavar los baños, una práctica se llama o-soji.
también tienen que
"En la escuela, un alumno no sólo estudia las materias, también aprende a cuidar lo que es público y a ser un ciudadano más consciente", explica el profesor Toshinori Saito.
"Y nadie reclama porque siempre ha sido así", le dijo al periodista de BBC Brasil Ewerthon Tobace.
Además, cuenta Tobace, en las escuelas japonesas tampoco existen cafeterías o comedores. Los estudiantes comen en la misma aula y son ellos mismos los que organizan todo y sirven a sus colegas.
Y, después de la merienda, es hora de limpiar la escuela.
Los alumnos se dividen en grupos, cada uno de los cuales es responsable de lavar lo que se utilizó durante la comida y de la limpieza del salón, los corredores, las escaleras y los baños en un sistema rotativo coordinado por los profesores.
Tradición
No es que en Japón no haya personal profesional encargado del aseo en las escuelas. Los hay y se conocen como yomushuji.
Sin embargo, el o-soji es una tradición en las instituciones educativas.
Extranjeros
Para que los extranjeros y sus hijos entiendan cómo funcionan las tradiciones en las escuelas japonesas, muchas provincias han contratado auxiliares bilingües.
La brasileña Emilia Mie Tamada trabaja en la provincia de Nara, que colinda con Kioto, hace más de 15 años como voluntaria.
"En todo este tiempo, no me acuerdo de ningún padre que haya cuestionado la participación de su hijo en la limpieza de la escuela", le contó Mie a BBC Brasil.
Y si bien Michie Afuso reconoce que a los ojos de los extranjeros el sistema educacional de Japón puede parecer rígido, también destaca que "la educación es considerado un asunto muy serio por los japoneses".
Es una situación que Emilia Mie Tamada contrasta con algunos incidentes recientes en Brasil, un país que tiene una relación muy estrecha con Japón.
Recientemente, en el país sudamericano se generó una polémica porque algunas escuelas "obligaban" a sus alumnos a limpiar los salones de clase, lo que fue denunciado por algunos como un abuso.
Derechos de autor de la imagenARCHIVO PERSONALImage captionEl Japón, las escuelas no tienen comedores y la merienda la sirven los niños en los salones.
Y un video en el que una estudiante agredió a la directora de una escuela brasileña porque le confiscó el teléfono celular se volvió viral en internet y abrió una serie de debates sobre la violencia en esas instituciones; debate que bien podría tener lugar en otros países de la región.
Mientras, en Japón este tipo de abuso en la escuela es raro.
"Desde tiempos antiguos, las escuela y los maestros son respetados. Los alumnos aprenden a cultivar un sentimiento de amor y agradecimiento hacia la escuela", dice Emilia Mie.
Lo que sugiere que hay muchas cosas que podríamos aprender de las escuelas de su país.
Desde primero básico hasta segundo medio (en incluso en algunas universidades), es decir, desde los 8 años de edad hasta los 16, los niños japoneses se encargan de mantener limpia su escuela. Esto incluye los baños, el patio y sus alrededores. Los estudiantes son responsables al cien por cien de qué tan limpio esté su colegio. Son los niños quienes establecen el orden en que se limpia, así como el grado de limpieza. Es una parte importante de la enseñanza de la escuela. Puede sonar casi imposible hacerlo con los niños de hoy, pero si se comienza en el primero de básico como algo que se debe hacer, los niños entenderán y se convertirá en una rutina. Lo que más se les enseña al hacer la limpieza son estos tres puntos:
La limpieza de tus alrededores es responsabilidad de uno mismo.
La limpieza de tus alrededores representa tu alma.
La limpieza NO es un castigo, es un deber de todos.
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